¿Consideras que las redes sociales son una muestra de la verdadera realidad que los usuarios de las mismas viven cada día? O por el contrario ¿Crees que todo es una mera expectativa o un excesivo alarde de «dime de qué presumes y te diré de lo que careces»?. Si bien, el tema además de interesante es controvertido, ya que existen varias posturas enfrentadas con respecto a esta cuestión.
Muchos son los usuarios de las redes sociales que viven por y para las mismas, es decir, expresan en las redes sus sentimientos, emociones, comparten fechas importantes para ellos, dedican frases… Si para algo están las redes es para compartir con los demás, esto está claro, porque son esencialmente esas historias las que dan vida a una simple red social, que sin los usuarios y sus historias no tendría sentido, pero ¿son todas esas historias que compartimos tal y como suceden en la realidad?. Es precisamente en estas imágenes e historias que se comparten a diario donde nos paramos realmente a pensar en esa controversia expectativa vs realidad y donde entra en juego algo realmente importante también como «hasta dónde debemos contar sobre nuestra vida personal».
Si existe algo que es realmente visible en redes sociales como por ejemplo Facebook o Instagram, aquello que podríamos definir como denominador común es que, los usuarios suelen mostrar la parte más feliz y alegre de su vida. Estados positivos, fotos felices rodeados de familiares y amigos… Pero quizás en algunos casos esto no es más que el sueño del que se sienta detrás de un simple perfil de Facebook. Quizás aquel que dedica todos los días palabras bonitas a su pareja nunca se lo dice en una cena o día tras día cuando se ven, o aquel que se despierta de forma optimista dedicando al mundo un ¡Buenos días!, es una persona negativa e infeliz.
Pero… ¿por qué ocurre esto? ¿qué nos lleva a mostrar algo que no somos realmente? En la sociedad en la que vivimos actualmente estamos muy influenciados por el qué dirán y por dar una imagen perfecta de nosotros mismos. Estamos más preocupados a veces del cómo nos ven o qué piensan los demás que de descubrir quiénes somos.Si algo podemos decir respecto a esto, es tan simple como; no intentes vivir tu propio engaño, a veces, puedes caer en él y olvidar la persona que eres.
