Es un hecho que la tecnología está cambiando nuestra vida a pasos agigantados: nuestra forma de trabajar, de relacionarnos está cada vez más influenciada por ella. De hecho, muchos son los países que están introduciendo asignaturas de programación en las escuelas: Francia, Estonia, Alemania… son claros ejemplos de ello.
Beneficios para los niños que aprenden programación
¿Por qué muchos colegios están enseñando a sus alumnos programación en edades tempranas? Muchos son los estudios que hablan sobre los beneficios, entre los que destacamos:
1- Mejora de la autonomía, atención y creatividad.
2- Se ha demostrado que los alumnos que aprenden programación tienen mejores resultados en Matemáticas y son capaces de resolver problemas aún más complejos.
3- Preparación para un mercado laboral cada vez más tecnológico, donde la mayoría de los puestos de trabajo del futuro no existen hoy en día.
4- Además, para todos aquellos estudiantes que finalmente decidan realizar carreras técnicas, accederán a la universidad con unos conocimientos básicos.
En España estamos un poco más atrasados en este aspecto, aún así existen numerosos colegios e institutos donde se van incorporando poco a poco la programación en las asignaturas. Además podemos encontrar muchos proyectos y páginas que enseñan a niños, y no tan niños, a programar.
Herramientas diseñadas para enseñar programación a los niños
El más conocido de todos es code.org. Está creado para entender en una hora qué es la programación. Principalmente está diseñado para niños, ya que se centra en la temática de dibujos animados como Frozen o Star Wars, pero puede ser utilizado por personas de cualquier edad.
Scratch también está diseñado para público joven, es muy parecido al anterior y se puede probar en el propio navegador. Como ventaja respecto a code.org, este último tiene posibilidades de programación casi ilimitadas.
Si no nos importa que el idioma utilizado sea el inglés, existen otras de código abierto y gratuitas como Kinds with Ruby, para aprender programación con el lenguaje Ruby, y Alice, para que los más peques puedan contar historias animadas con bloques 3D.
Y por último, aunque más que una herramienta es un robot, Zowi, de bq. Es mucho más que un juguete, su éxito radica en lo estimulante que resulta programar una orden en un ordenador y que un robot responda a dicha orden.